El aceite de Rosa Mosqueta es usado como uno de los más potentes regeneradores naturales de la piel que existe en la naturaleza, sin causar efecto secundario alguno. La Rosa mosqueta es un gran aliado para las diferentes partes de nuestro cuerpo.
Arrugas de la piel por envejecimiento. La aplicación del aceite que actúa siempre como activador de la regeneración de las células epiteliales devuelve a la piel su aspecto uniforme y terso, disminuyendo la profundidad de las arrugas.
Fotoenvejecimiento: manchas oscuras o de pigmentación de la piel por excesiva exposición al sol. La aplicación del aceite atenúa sensiblemente las manchas .
Tratamiento de cicatrices quirúrgicas y queloides: el tratamiento con el aceite devuelve la elasticidad y el color natural y disminuye el engrosamiento epitelial. En algunos países como Japón y Estados Unidos el aceite se utiliza en tratamientos pre-quirúrgicos (con aplicaciones 2 a 3 semanas antes de la operación sobre el área del campo operatorio) y post-quirúrgico luego de extraídos los puntos de la sutura, consiguiéndose una considerable reducción o la eliminación de la formación de cicatrices. También se ha logrado evitar de esta manera la formación de queloides. Muchos cirujanos plásticos en el mundo utilizan hoy en día este aceite en sus pacientes. En España, es uno de los pocos productos relacionados con la fitoterapia que recetan algunos dermatólogos.
Tratamiento de las escaras producidas por la Psoriasis: el aceite acelera la normalización de la piel en las zonas afectadas.
Tratamiento de cicatrices producidas por quemaduras: acelera la recuperación del aspecto normal de la piel.
Tratamiento de cicatrices producidas por el Acné: también en esta afección el aceite suaviza las cicatrices dejadas por la erupción. En algunos casos el aceite (dependiendo del tipo de acné) puede inclusive aplicarse durante al erupción ya que ayuda a la cicatrización rápida de las pústulas.
Tratamiento de piel seca y eczemas: En muchas oportunidades la piel tiende a formar eczemas debido a los cambios repentinos en las condiciones ambientales de humedad y temperatura. Particularmente en climas fríos y secos la aparición de eczemas es bastante común. Aplicado periódicamente, el aceite se utiliza para tratar el eczema atípico, la dermatitis irritativa, el eczema seborreico infantil, el eczema varicoso y el eczema discoideo. En todos estos casos actúa reduciendo y eliminando el descamado de la piel y la ligera hinchazón que acompaña a las zonas afectadas. También calma la picazón.
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