La miel posee un gran poder antibiótico, bactericida, antiviral, antifúngico, antioxidante previniendo los radicales libres, nutritivo de la dermis y de los nervios subcutáneos, emoliente, antiinflamatiorio, tonificante, refrescante, cicatrizante y activador del sistema inmune, desintoxicante y reconstituyente. Complemento natural para el tratamiento de trastornos cardíacos. Rica en vitaminas y minerales. Endulzante natural. También se dice que funciona como anestésico.
Ha sido utilizada desde siempre para el tratamiento de quemaduras, úlceras y heridas, así como de las arrugas, dando elasticidad a la piel és ideal como mascarilla para pieles secas, previniendo la sequedad.
Los expertos en nutrición aseguran que la miel posee todas las vitaminas necesarias para nuestro organismo, sobre todo las del grupo B, y a menos que se caliente no pierde nunca sus vitaminas.
Contiene todos los minerales que son esenciales para nuestra salud, hierro, fósforo, aluminio y magnesio.
Algunos dermatólogos aseguran que és efectiva en casos de dermatitis serborreica y caspa, haciendo aplicaciones de miel 90% y agua templada 10% sobre la zona afectada dando suaves masajes y dejando actuar de 3 a 4 horas y luego aclarar con agua, haciendo esto diariamente se notan resultados al cabo de una semana, notando que ha disminuido la hinchazón, inflamación, picazón y rojeces.
El tipo de miel que se debe utilizar para las distintas clases de pieles;
La miel de romero y mieles blancas como la de azahar, para pieles sensibles.
La miel de mil flores y miel de Tomillo, mieles oscuras, para pieles grasas. Ricas en hierro y otros minerales.
Para uso cosmético y para hacer champú se puede utilizar la miel de mil flores.